Andrea, 42 años y Luis, 31 años, Benalmádena.
Hace 5 meses llegamos desde Argentina con nuestra mochila llena de sueños sin saber ni llegar a imaginar que el destino nos tenía preparado un gran desafío: atravesar una pandemia mundial lejos de nuestros afectos, de nuestras costumbres, de nuestras raíces. Momentos de incertidumbre invadieron nuestros estados de ánimo, como a todos los que debimos hacer una pausa en nuestro día a día. Sin embargo, en nosotros estaba esa seguridad de que el destino nos tenía guardado una ayuda y ahí por medio de María y Natalia, nuestras técnicas de inserción, tuvimos aquella oportunidad que hoy en día se transformaría en el bien más deseado: empleo.
Gracias a ellas, a través de Meridianos desde el programa Punto de Formación Incorpora y al trabajo conjunto con NAIM, es que hoy formamos parte de un hermoso grupo de seres humanos entregados por completo brindando un servicio a las personas más vulnerables. Para cuando todo esto acabe, y España poco a poco comience a recuperar ese brillo que lo caracteriza como el hermoso país que es, habremos aprendido mucho, tanto en lo personal como en lo laboral, mejorando así nuestra empleabilidad y habiendo adquirido nuevas herramientas para la nueva realidad que viviremos.